Clima hostil entre David y Paula: la venta de su casa les enfrenta
Decía Paula Echevarría el pasado mes de septiembre que su relación con David Bustamante, a pesar de su separación de facto -que no legal- , era “estupenda”. Aseguraba que se veían frecuentemente y que, aunque algunos medios se afanaban en decir que entre ellos había desavenencias por la casa conyugal, esa información era “absolutamente falsa”. Han pasado cuatro meses desde entonces -y un año desde que comenzó ese cese de la convivencia- y, si bien en septiembre puede que fuera cierto (siempre según Paula) que no existía ningún enfrentamiento con David por la vivienda que compartían, lo cierto es que ahora sí lo hay. Es un hecho. Paula y su todavía marido no llegan a un acuerdo y sus desencuentros tienen un denominador común: los 2.500 metros cuadrados que han habitado durante más de una década.
Según ha podido saber LOOK, el cantante y la actriz mantienen un tenso tira y afloja a la hora de decidir las condiciones de venta de su casa familiar. Con cordialidad ambos pactaron cuando lo suyo ya no funcionaba que sería David el que se buscaría otra vivienda de manera provisional y Paula y la hija que tienen en común seguirían viviendo en su casa de Villafranca del Castillo hasta que esta se vendiese. No hubo reticencias iniciales. Como la actriz apuntó en numerosas ocasiones David continuaba teniendo la llave de la que seguía siendo su casa y la visitaba con frecuencia, mientras que ella hacía lo propio con el piso que él había alquilado en Pozuelo de Alarcón.
Paula Echevarría y David Bustamante mantendrían una disputa en lo que respecta a la venta de su domicilio / Gtres
Hasta aquí todo bien. La situación logística parecía haberse normalizado, pero varios meses después de aquello existe por parte del artista cierta inquietud por vender ‘El Cantábrico’ que, sin embargo, Paula Echevarría no tiene. Ella no quiere deshacerse de la vivienda a cualquier precio y no le importa seguir esperando a que llegue un buen comprador. ¿La postura de David? Para él la situación es insostenible porque por el precio pactado no se prevé que haya comprador y ha pedido a su ex bajar el precio. Petición que ella aún no ha aceptado y que se convierte en el epicentro de sus discrepancias.
Entre tanto, el cese de la convivencia de la otrora pareja continúa sin materializarse. “¿Cómo queréis que aclare lo que ni siquiera yo tengo claro?”, se quejaba Paula en su fiesta de cumpleaños celebrada en septiembre. Lo cierto es que por entonces su matrimonio estaba en punto muerto y las informaciones sobre una ruptura definitiva y una reconciliación inminente llegaban a las redacciones con la misma frecuencia sembrando así una auténtica incertidumbre que tampoco les era ajena a ellos. Sin embargo, los últimos movimientos de ambos, el alquiler de un piso por parte de Bustamante y la compra de una parcela en Villafranca por parte de Echevarría, arrojan nuevos datos sobre en qué punto se encuentra su relación: no hay vuelta atrás.
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Para dar el paso definitivo y empezar de cero es importante para ambos deshacerse de esa vivienda que tanto significó para los dos. Allí se instalaron al poco de casarse en 2006 y allí han vivido los momentos más felices de su matrimonio. Ahora, con este roto, toca pasar página. Vender ‘El Cantábrico’ parece inevitable.